Ciberseguridad y Procastinación

Pero…¿Qué hace que una empresa, que conociendo estos riesgos, todavía no implemente una estrategia de prevención antes estos ciberataques?

Posiblemente por la misma razón que no se va al dentista hasta que aparece algún dolor o una caries, o no se lleva el coche al taller hasta que un ruido extraño o un chivato encendido en el salpicadero nos obliga a hacer irremediablemente una parada en boxes.

La tendencia a procastinar o a dejar todo para mañana, puede estar detrás de esta sinrazón.

Los psicólogos dicen que existen varios tipos de factores que influyen a la hora retrasar las tareas, como son la expectativa y la impulsividad.

La expectativa: Un excesivo nivel de confianza posiblemente haga que las empresas no sean conscientes del riesgo que corren y piensen que los ciberataques son cosa de otros y a ellos no les va a pasar.

La impulsividad: Realmente a la hora de tomar decisiones,  el cerebro racional lleva las de perder ante la potencia  de nuestro cerebro instintivo. Así, nuestra impulsividad es la que sabotea nuestros propósitos iniciales atendiendo a  innumerables distracciones menos importantes y más agradables.

Pero varios aspectos debemos tener claros:

Nuestra empresa, sí o sí, sufrirá un ciberataque más pronto que tarde. Independientemente del tamaño, sector, etc, de nuestra empresa

Debemos dejar de ver la seguridad informática como un gasto y considerarlo como una inversión. Incluso como un ahorro, si pensamos en posibles pagos de rescates, o gastos de recuperación  de nuestros sistemas informáticos después de un ataque.

La intenciones o las ideas, por si solas no valen nada. Realmente tienen valor si se ejecutan, si se desarrollan, si se llevan a cabo.

Por eso, incluyamos entre los propósitos de este año, la mejora de la seguridad informática de nuestra empresa e implementémosla. Que no se quede en un simple propósito.

Feliz y seguro 2022